Usos de la daminozida
La daminozida, también conocida como hidrazida del ácido butírico, funciona como regulador del crecimiento vegetal al inhibir la biosíntesis de giberelinas y auxinas endógenas en las plantas. Esta inhibición produce varios efectos beneficiosos, como el retraso del crecimiento de nuevas ramas, la reducción de la longitud de los entrenudos, el aumento del grosor de las hojas y un mayor contenido de clorofila. Estos cambios ayudan a prevenir la caída de las flores, favorecen el cuajado de los frutos, inducen la formación de raíces adventicias, estimulan el crecimiento de las raíces y mejoran la resistencia de la planta al frío.
Mecanismo de acción
La daminozida se absorbe principalmente a través de los tallos y las hojas de la planta. Una vez dentro, se desplaza a los lugares de destino a través del flujo de nutrientes. En las hojas, la daminozida alarga el tejido de empalizada de la hoja y afloja el tejido esponjoso, lo que provoca un aumento del contenido de clorofila y una mayor fotosíntesis. En el ápice de la planta, la daminozida inhibe la mitosis en el meristemo apical, lo que contribuye aún más a reducir el crecimiento.
Beneficios y aplicaciones
Este regulador del crecimiento vegetal es especialmente útil para fomentar el enanismo en las plantas. Ajusta la altura y el aspecto general de las plantas ornamentales sin afectar a su capacidad de floración. Además, la daminozida mejora la resistencia al frío y a la sequía de los cultivos, favorece la fructificación y aumenta el rendimiento. Consigue estos efectos inhibiendo la producción de auxinas endógenas, que son esenciales para diversos procesos de crecimiento.
Usos específicos
La daminozida es aplicable a diversos cultivos, como árboles frutales, patatas, boniatos, tomates, fresas, crisantemos y ginseng. Ha demostrado su eficacia para mejorar la resistencia de los cultivos y fomentar la producción de fruta. Sin embargo, su uso en cacahuetes ha sido revocado en algunas regiones.
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